Mientras ocurre el mundo
-Tengo un revólver...
-Qué?
-Estoy harta. Si ese tipo me sigue molestando...
-No quiero saberlo.
-No. Háblame de ti mi niño, cuéntame del bosque, llévame contigo. Mándame un beso. Quiero imaginar que tus manos me acarician la espalda, las piernas, las nalgas, las separan y me penetras y te quedas. Háblame.
-Miro la pared. Está viva. La atraviesas. De dónde sales? Llevas huesos en tus manos...
-(Ríes). Llevo mi revólver y tú tus muertos...
-No es lo mismo.
-Es. Por qué no quieres besarme?
-Por qué cargas con la muerte?
-Mira, yo no tengo la culpa de ser todo. Yo sólo he querido ser y me han encerrado en un infierno. No soy un monstruo. Soy una mujer, pero también... Estoy triste. Mándame un beso.
-Qué?
-Estoy harta. Si ese tipo me sigue molestando...
-No quiero saberlo.
-No. Háblame de ti mi niño, cuéntame del bosque, llévame contigo. Mándame un beso. Quiero imaginar que tus manos me acarician la espalda, las piernas, las nalgas, las separan y me penetras y te quedas. Háblame.
-Miro la pared. Está viva. La atraviesas. De dónde sales? Llevas huesos en tus manos...
-(Ríes). Llevo mi revólver y tú tus muertos...
-No es lo mismo.
-Es. Por qué no quieres besarme?
-Por qué cargas con la muerte?
-Mira, yo no tengo la culpa de ser todo. Yo sólo he querido ser y me han encerrado en un infierno. No soy un monstruo. Soy una mujer, pero también... Estoy triste. Mándame un beso.