la piel
me llama mientras escribo sobre un viaje posible, no sé que tanto, de regreso a las selvas. salimos, hablamos, bailamos. entretanto me doy perfecta cuenta de su belleza. pero al mismo tiempo mientras bailamos caigo en la lujuria de otra mujer de nítida, inconciente, lucidez de su piel y de su cuerpo. de ser hembra. y me pregunto mientras bailo si puedo estar así de ausente del mundo y su carne. y para mi vergüenza debo decir que
no sé
no creo...
si salgo al mundo está la carne...
no sé
no creo...
si salgo al mundo está la carne...