llegás...
... y me trago la sonrisa (¿no?) que delata mi alegría de verte. entrás y me mostrás conchas con esa forma radiante que tienen los niños de descubrir el mundo. te tiemblan las manos. los ojos te brillan. entre una interrupción y otra me preguntás pasito: "¿y cuándo es que cumples?" y te respondo en un susurro en que trato de disimular mi felicidad: "¿para qué?" y me decís: "no sé, al menos una postal..." y mi sonrisa, pequeña, así como vos no escondés lo pura que sos, sale de mis labios hasta vos. y vuelvo a ser de aire y de cristal. y de arena. y de mar.