domingo, septiembre 18, 2005

Camila




"Una velita en el baño de mi casa.

El baño de mi casa queda en la sala; ese día doña Rosalba llegó a las 11:22 a.m. y mi madre, que no puede hablar casi, decidió recibir la visita de dicho personaje en nuestra encantadora sala. Yo estaba arreglando la cocina, cuando en un momento no pensado tuve muchos deseos de entrar al baño pero no podía entrar porque mi madre y la amiga de mi madre se enterarían a que entraba al baño (nada extraño, sencillamente una necesidad patológica llamada defecación). Busqué muy rápido una vela y una cajetilla de cerillos para que al entrar al baño no quedaran olores desagradables, lógicamente antes de que mi estomago reventara. Entré con un rostro parsimonioso, sin que dudaran de que solo me bañaría las manos. Mi madre, muy prudente ella, preguntó: ¿y qué va a hacer en el baño? Quise contra preguntar diciéndole: ¿a qué cree? Pero a mi a madre no le habría caído con mucha gracia mi respuesta y tal vez mi estómago no hubiese resistido el tiempo que mi madre durara en responder mi pregunta, así que sólo le respondí: me voy a bañar las manos. Entré por dicha puerta, bajé mi pantalón, me senté, saqué la cajetilla de cerillos de mi pantalón , agite en mi mano derecha la cajetilla para calcular cuantos cerillos habían, luego abrí la cajetilla, saqué el cerillo, carraspeé el cerillo contra la cajetilla y prendí la velita, cuando prendí dicha velita, vi una luminosidad y una paz no descriptible, vi querubines y ángeles a través de dicha velita, sentí tranquilidad, sentí felicidad y pensé que la velita en el baño tal vez era la velita mágica de los sueños, pedí un deseo y hasta el momento no se me ha cumplido, ¿talvez por lo que salí del baño hace 15 minutos? No sé, pero sigo confiando en que la velita en el baño es mágica y posiblemente responderá a mi deseo y ella misma seguirá ayudándome en los difíciles y heroicos momentos de entrar al baño de mi casa."

Posteado en su webspace el pasado 28 de agosto