demonios y virus
cuando toda esta podredumbre urbana de criaturas debería ser, lentamente, perversamente, exterminada, los demonios y los virus se ensañan con los indígenas del Chocó... dios tiene la mente retorcida...
"Por su parte, Germán Figueroa, director del hospital de la población de Pizarro, en la zona del Bajo Baudó chocuano donde se localiza la comunidad Embera, dijo que los diagnósticos clínicos de la totalidad de niños fallecidos, "revelan contacto con mordeduras de murciélagos", y no descartó que se registren nuevas víctimas."
El Tiempo, Julio 2 del 2004
"En marzo del año pasado apareció la primera niña muerta. Al llegar diciembre, eran nueve los muchachos que se habían suicidado en diferentes caseríos.
En ese momento, los indígenas hablaban de que una epidemia de aburrimiento y desesperanza, por culpa de la guerra que libran en su territorio guerrilleros y paramilitares, se había apoderado de sus pueblos.
Los jaibanás decían que los espíritus de los muertos que han quedado insepultos en los combates estaban sueltos y se estaban apoderando de los indios.
Pese a los cantos que vinieron a finales de año, los ahorcados no se detuvieron y ya van 13."
El Tiempo, Junio 26 del 2004
"Por su parte, Germán Figueroa, director del hospital de la población de Pizarro, en la zona del Bajo Baudó chocuano donde se localiza la comunidad Embera, dijo que los diagnósticos clínicos de la totalidad de niños fallecidos, "revelan contacto con mordeduras de murciélagos", y no descartó que se registren nuevas víctimas."
El Tiempo, Julio 2 del 2004
"En marzo del año pasado apareció la primera niña muerta. Al llegar diciembre, eran nueve los muchachos que se habían suicidado en diferentes caseríos.
En ese momento, los indígenas hablaban de que una epidemia de aburrimiento y desesperanza, por culpa de la guerra que libran en su territorio guerrilleros y paramilitares, se había apoderado de sus pueblos.
Los jaibanás decían que los espíritus de los muertos que han quedado insepultos en los combates estaban sueltos y se estaban apoderando de los indios.
Pese a los cantos que vinieron a finales de año, los ahorcados no se detuvieron y ya van 13."
El Tiempo, Junio 26 del 2004