sábado, enero 07, 2006

llueve

ha llovido todas estas tardes que vienen de mañanas grises. qué extraño sentirme feliz con estos días oscuros luego de tantos años de extrañar el calor de cali... acaso, ¿no he sido siempre feliz con los días grises? acaso me ha costado estos años trabajo el frío, pero estos días apenas... hoy mientras llovía, mientras llueve, y leía a Faulkner y preparaba algo de comer, recordaba la tranquila paz del devenir del tiempo pleno que vivía en una cabaña en el Anchicayá, acompañado también por la lluvia.
es quizás la euforia del que vuelve. de volver a soñar y buscar, de buscar los sueños... acaso es haber leído anoche la sexta declaración de la selva lacandona, el estar buscando trabajar como voluntario con niños, el correo de Ted, el nuevo trabajo, el futuro abierto, el amor de Vivian... las lágrimas de Elvira cuando me iba, el afecto de Amparo, el mensaje que les envié y que aún no han leído... el haber vuelto al mundo. de haber atravesado los pantanos pero de aún de allí haber traído el afecto, de haber aprendido.
acaso son todas estas cosas que han ido llegando, llenas de lo que ha sido y debe ser mi vida: las tantas bendiciones, soñar, la fe, la esperanza y la lucha. y crecer para ser fuerte en las tormentas... para darme, para sembrarme en otros, para sembrar lo que he recibido.
y ser feliz mientras llueve y el tiempo se hace río...