Mi otra piel
Ayer regresaron. Para exiliarme de todo me basta separarme de mis libros. Aún están en cajas. ¿Qué temo? Volver.
Si me preguntáis de donde vengo, tengo que conversar con cosas rotas, con utensilios demasiado amargos, con grandes bestias a menudo podridas y con mi acongojado corazón. (Neruda)