La guerrilla maoísta de Nepal
En una de mis crisis (la última fue con el mar enfrente y la luna llena a la espalda) pensé en irme a Chiapas a unirme al EZLN. Esto (independientemente de qué tan cierto, en el fondo, sea) revolvió esos recuerdos e hizo doler este país en que cada vez queda menos de esa dignidad de la que me aleja mi cobardía burguesa, mi incapacidad para la grandeza:
"Me habían dicho que nos podíamos encontrar con la guerrilla maoísta de Nepal. En efecto. "Where are you from?", me preguntaron. "From Colombia", les dije.
Nos dijeron que ellos no secuestraban a extranjeros porque no quieren perjudicar el turismo, ya que es clave en la economía del país. Nos explicaron que ellos quieren hacer un referendo para ver si el pueblo acepta la monarquía. Realmente la mayoría de los nepalíes no la quieren. Es que el rey disolvió el parlamento, dijeron. La verdad es que el parlamento también es muy corrupto, añadieron. Nosotros a veces llevamos gente al monte, la atendemos, le contamos nuestras motivaciones y la devolvemos a los tres días sin pedirles dinero. No secuestramos. Y acto seguido me cobraron 1.000 rupias, unos 15 dólares, y me extendieron un recibo. Si más arriba encuentra a nuestros compañeros, se lo muestra para que no le vuelvan a cobrar. Este impuesto solo se lo cobramos a los extranjeros. Somos una guerrilla pobre."
(De la columna de Andrés Hurtado, El Tiempo, 17/08/04)
"Me habían dicho que nos podíamos encontrar con la guerrilla maoísta de Nepal. En efecto. "Where are you from?", me preguntaron. "From Colombia", les dije.
Nos dijeron que ellos no secuestraban a extranjeros porque no quieren perjudicar el turismo, ya que es clave en la economía del país. Nos explicaron que ellos quieren hacer un referendo para ver si el pueblo acepta la monarquía. Realmente la mayoría de los nepalíes no la quieren. Es que el rey disolvió el parlamento, dijeron. La verdad es que el parlamento también es muy corrupto, añadieron. Nosotros a veces llevamos gente al monte, la atendemos, le contamos nuestras motivaciones y la devolvemos a los tres días sin pedirles dinero. No secuestramos. Y acto seguido me cobraron 1.000 rupias, unos 15 dólares, y me extendieron un recibo. Si más arriba encuentra a nuestros compañeros, se lo muestra para que no le vuelvan a cobrar. Este impuesto solo se lo cobramos a los extranjeros. Somos una guerrilla pobre."
(De la columna de Andrés Hurtado, El Tiempo, 17/08/04)