Quando secar o rio de minha infância, secará toda dor.
“Cuando seque el río de mi infancia,
el dolor secará.
Cuando sequen los arroyos cristalinos de mi ser,
mi alma perderá su fuerza.
Buscaré, entonces, pastajes distantes,
ahí donde el odio no tiene un techo para reposar.
Levantaré, allí, una tienda junto a los bosques.
Todas las tardes, me echaré en la hierba,
y en los días silenciosos haré mi oración.
Mi eterno canto de amor:
expresión pura de mi angustia más profunda.
En los días de primavera,
cogeré flores,
para mi jardín de la nostalgia.
Así exterminaré el recuerdo
de un pasado sombrío”.
(Poesía de fray Tito de Alencar Lima, escrito en Francia el 12 de octubre de 1972)
el dolor secará.
Cuando sequen los arroyos cristalinos de mi ser,
mi alma perderá su fuerza.
Buscaré, entonces, pastajes distantes,
ahí donde el odio no tiene un techo para reposar.
Levantaré, allí, una tienda junto a los bosques.
Todas las tardes, me echaré en la hierba,
y en los días silenciosos haré mi oración.
Mi eterno canto de amor:
expresión pura de mi angustia más profunda.
En los días de primavera,
cogeré flores,
para mi jardín de la nostalgia.
Así exterminaré el recuerdo
de un pasado sombrío”.
(Poesía de fray Tito de Alencar Lima, escrito en Francia el 12 de octubre de 1972)