Pessoa
"Lo que hay en mí, sobre todo, es cansancio
- no de esto ni de aquello,
ni siquiera de todo o de nada:
cansancio tal cual, en sí mismo,
cansancio.
La sutileza de las sensaciones inútiles,
las pasiones violentas por nada,
los amores intensos por lo imaginado en alguien,
todas estas cosas
- éstas, y lo que en ellas falta eternamente-,
todo eso hace un cansancio,
este cansancio,
cansancio.
Hay sin duda quien ama lo infinito,
hay sin duda quien desea lo imposible,
hay sin duda quien nunca quiere nada
- tres tipos de idealista, y yo ninguno de ellos:
porque amo infinitamente lo finito,
porque deseo imposiblemente lo posible,
porque lo quiero todo, y un poco más si puede ser,
y hasta si no puede ser...
¿Y el resultado?
Para ellos la vida vivida o soñada,
para ellos el sueño soñado o vivido,
para ellos la media entre todo o nada; es decir, esto...
Para mí sólo un grande, infecundo cansancio,
un supremísimo cansancio,
ísimo, ísimo, ísimo,
cansancio."
Álvaro de Campos (1890-?), en una antología traducida por J.A. Llardent
- no de esto ni de aquello,
ni siquiera de todo o de nada:
cansancio tal cual, en sí mismo,
cansancio.
La sutileza de las sensaciones inútiles,
las pasiones violentas por nada,
los amores intensos por lo imaginado en alguien,
todas estas cosas
- éstas, y lo que en ellas falta eternamente-,
todo eso hace un cansancio,
este cansancio,
cansancio.
Hay sin duda quien ama lo infinito,
hay sin duda quien desea lo imposible,
hay sin duda quien nunca quiere nada
- tres tipos de idealista, y yo ninguno de ellos:
porque amo infinitamente lo finito,
porque deseo imposiblemente lo posible,
porque lo quiero todo, y un poco más si puede ser,
y hasta si no puede ser...
¿Y el resultado?
Para ellos la vida vivida o soñada,
para ellos el sueño soñado o vivido,
para ellos la media entre todo o nada; es decir, esto...
Para mí sólo un grande, infecundo cansancio,
un supremísimo cansancio,
ísimo, ísimo, ísimo,
cansancio."
Álvaro de Campos (1890-?), en una antología traducida por J.A. Llardent