si me encuentran
que puedan decir: murio asfixiado de cielo. un cielo doloroso, la vía láctea que desborda. detrás quizás la selva, quizás el mar.
Si me preguntáis de donde vengo, tengo que conversar con cosas rotas, con utensilios demasiado amargos, con grandes bestias a menudo podridas y con mi acongojado corazón. (Neruda)