jueves, febrero 01, 2007
Regreso
En pocos días regreso a mi patria. Así, como suena la palabra. Regreso sin saber por cuánto tiempo me quedo, pero con la cabeza y corazón más sembrados en futuros posibles donde pueda hacer más por desenredar las madejas terribles que se vuelven nudos que atormentan. Viví una tranquilidad solitaria y plácida. Quizás, más adelante, de nuevo suceda. Ahora vienen un par de meses de arduo trabajo, de viajes a lugares rurales que conozco en mi tierra, de comenzar una especialización sobre infancia, de definir rumbos para los años que vienen.
Ha sido extraño ver cómo se abren y abrir otras puertas. Apenas regresé de Hook Island, pensando que se trataba de que se decidiera simplemente entre Australia y Nueva Zelanda, las cosas comenzaron a ocurrir rápido. Y ahora estoy apenas a un paso de abandonar la ciencia básica para ocuparme de la urgente, de la necesaria.
Y viajo.
A sentirme, aún cuando llegue el dolor y la rabia, que voy a estar donde pertenezco, a estar rodeado de quienes estoy hecho.
Ha sido extraño ver cómo se abren y abrir otras puertas. Apenas regresé de Hook Island, pensando que se trataba de que se decidiera simplemente entre Australia y Nueva Zelanda, las cosas comenzaron a ocurrir rápido. Y ahora estoy apenas a un paso de abandonar la ciencia básica para ocuparme de la urgente, de la necesaria.
Y viajo.
A sentirme, aún cuando llegue el dolor y la rabia, que voy a estar donde pertenezco, a estar rodeado de quienes estoy hecho.