martes, marzo 15, 2005

la princesa y el plebeyo

habláme. no me dejés de hablar. preguntáme otra vez si quiero escucharte. leéme tus palabras. bendecíme con tu voz.

contáme de dónde venís. contáme lo perdida que estás.

"el único escape es soñar."

"ya no aguanto más."

(luego bebo de tu cerveza mientras leés a pessoa: bebo como beber de tu boca, como beber de tu palabra).

"no debí haber salido de donde estaba... para encontrarme con el vacío, para encontrarme con nada".

preguntáme quién soy. (es tu voz?)
reí conmigo. (hacía tanto no reía!)
cantá...

te digo: vamos al mar, a la selva. vamos? y sonreís y te estremecés.
"y sumercé para qué quiere ir?"
dejé un pedazo de mí, en ese lugar.

te pregunto en uno de nuestros silencios: dónde estás?
"allá."

y cuando me preguntás, te hablo de ella: uno no conoce los plazos de la felicidad... simplemente se endeuda... y es feliz.

no me canso de mirar el lugar de tus ojos dónde siempre estás triste, aunque riás.

y venimos y te abrigo, y te llevo al borde del mundo donde me dejás.

y te abrazo,
y te vas.