esta noche
llueve...
llueve!
y hace un momento sentía, feliz, de pie, los ojos cerrados, cómo la tierra giraba...
llueve!
y hace un momento sentía, feliz, de pie, los ojos cerrados, cómo la tierra giraba...
Si me preguntáis de donde vengo, tengo que conversar con cosas rotas, con utensilios demasiado amargos, con grandes bestias a menudo podridas y con mi acongojado corazón. (Neruda)