sábado, mayo 28, 2005

después de los dolores

era... ¿despiadado es una palabra justa? cruel. muchas veces.
los vínculos crean, lamentablemente, una oportunidad feroz para hacer daño. y la aprovechamos. sea una perogullada o no, con aquellos más distantes guardamos las garras y los dientes, guardamos la avidez sádica por el dolor ajeno. en cambio, es tan fácil herir a quien tenemos cerca... a quien confía en nosotros. qué baja manifestación de nuestra cobardía.
los últimos años en cali, desde que conocí a simmonds, me fueron trasformando en una persona menos cruel. pero estos años en bogotá no he sido tan cruel: me he convertido en alguientrivial, utilitario, cínico... lo triste es que cuando dejo de serlo son ellas quienes conscientemente o no, se ensañan.
hoy tuve, me digo, que ser duro. no quizás tanto como lo sería con aquella a quien escupiría con desprecio en la cara, pero fui duro. llega un momento en que la tolerancia, la compresión, la bondad incluso, se convierten en complicidad, en subordinación.
¡qué cansado estoy de los traumas, de los complejos de los demás! qué cansado estoy sus pretextos para hundirse en su propia mierda.
por eso busqué su voz. no conozco a nadie tan limpio como ella. y fuerte. a las patéticas bestias perdidas puedo quizás algún día compadecerlas, pero el juego sádico termina por ser jugado. así entonces, no se trata de corazones sensibles y miradas profundas, se trata de la ausencia de patetismos. por eso ella, limpia de esas mierdas, me limpia.
me llueve.
y entro en la noche, después de los dolores del día, sonriendo.