miércoles, marzo 30, 2005

"Asesinado por el cielo"

"Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.

Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero."

Federico García Lorca (1898-1936): Vuelta de Paseo, fragmento, en Poeta en Nueva York (1940)

Pacífico

Desde el comienzo desatendimos los afanes. En Cali me pediste que me quitara el reloj. Así que el tiempo eras vos. Mi tiempo vos.
Qué hermosa eras en el mar. Qué tanto te ví, te sentí, te viví... Cuántos miedos y cuántos abismos, cuánta alegría, cuánta felicidad...
Cuánto viste... cuánto me hiciste ver... Qué pocos ojos tengo para mirar cuando busco lo que vos mirás.
Niños negros, niños indígenas, los acantilados, la furia y la serenidad del mar, la noche, la lluvia, la luna, vos iluminada... yo solamente te atestiguaba.
Ahora estamos aquí. Asesinados lentamente por la ciudad. Ausentes de nosotros. Los días llenos de sinsentidos, de horarios, de la conciencia de un tiempo concreto y urbe que no nos vive sino que nos ejecuta, nos aniquila.
Y duele.
Y quiero verte para encontrar, nuevamente, el Pacífico en tu sonrisa. Y tu abismo, y tu rabia triste. Y ese que soy cuando me bebe tu sonrisa.

martes, marzo 29, 2005

durante ocho días y medio

tu sonrisa fue el centro de mi universo

jueves, marzo 17, 2005

el abismo

el abismo: una princesa atravesada de cuchillos. ah, qué horrible es el mundo con los que siguen siendo niños! qué enorme el vacío... ella se despeña, se desangra, se coagula a gritos... miro mis manos y están llenas de sangre... si se va me va a arrancar un pedazo de mí mismo, se llenará la herida de pus... quiero escupirle a dios por herir así cómo a ella a los inocentes, a los niños...
cuando la leí... un estertor de animal herido...
quisiera curarla, como cuando un chamán chupa nuestras inmundicias y las vomita... pero no hay cura para el vacío...
tengo una hermana que recién encuentro, y ya se muere, ya la asesina el dolor de estar vivo... ah, el vacío...

martes, marzo 15, 2005

tus canciones

Fito Páez: Polaroid de locura ordinaria

Bajó por el callejón
en donde estaba él
después vomitó ese ron
manchando la pared
El sol le caía bien
entrando la avenida
su vida no era más su vida
pero eso estaba O.K.

La veo cruzar
cruzando un bosque
la veo alejándose de mí.

Sus tetas y sus dos hermanas
tomaban un café
me acuerdo de la mañana
que me mostró su piel
estábamos en un bar
y se cortó la cara
vibraba como en un nirvana
luego se echó a correr.

La veo cruzar
cruzando un bosque
la veo alejándose de mí.

Pasábamos todo el día
tirados en la cama
el tiempo maldita daga
lamiéndonos los pies
brillaba
era una perla
y nunca hacía nada.
Después dijo que me amaba
y se hundió la gillette.

Sangró, sangró, sangró
y se reía como loca.
No he visto luz
ni fuerza viva
tan poderosa
de todas ellas
ella fue mi frase más hermosa
todo su cuerpo con espinas
y a mí me siguen las moscas.


Robi Draco Rosa: Penélope

Me despierto en el alba soñando no sé qué
desayuno con lluvia y te recuerdo en el café
soñé tu figura lejos
esperando en los suburbios del olvido
y me vi solo, zarpando en barcos de oro
que llené con regalos para ti
y luego vi que por celos, el mar de mis tormentos
se tragaba el barco, el tesoro y aquel loco que era yo
y todo naufragó.

Qué lejos tú, qué lejos yo
los escombros de mi vida se deslizan por la lluvia
recordando a Penélope.

Me abandono a las olas, me escupen del mar
han pasado los años, nadie sabe dónde estás.
Las calles desiertas por la noche
y tu cara se dibuja en mi memoria
los árboles se abrazan
como bosques de esqueletos en la lluvia
y mi sueño naufragó.

Qué lejos tú, qué lejos yo
llueven lágrimas de menta y me emborracho de amargura
olvidando a Penélope.

Qué lejos tú, qué lejos yo
los escombros de mi vida se deslizan por la lluvia
olvidando a Penélope
me refugio en las tabernas y me vuelvo taciturno
olvidando a Penélope
Qué lejos tú, qué lejos yo
lo que queda de mi vida lo malgasto en los tugurios
recordando a Penélope.


Charly García: Canción para mi muerte

Hubo un tiempo que fue hermoso
y fui libre de verdad,
guardaba todos mis sueños
en castillos de cristal.
Poco a poco fui creciendo,
y mis fábulas de amor
se fueron desvaneciendo
como pompas de jabón.

Te encontraré una mañana
dentro de mi habitación
y prepararás la cama
para dos.

Es larga la carretera
cuando uno mira atrás
vas cruzando las fronteras
sin darte cuenta quizás.
Tomate del pasamanos
porque antes de llegar
se aferraron mil ancianos
pero se fueron igual.

Te encontraré una mañana
dentro de mi habitación
y prepararás la cama
para dos.

Quisiera saber tu nombre
tu lugar, tu dirección
si te han puesto teléfono,
también tu numeración.
Te suplico que me avises
si me vienes a buscar,
no es porque te tenga miedo,
sólo me quiero arreglar.

Te encontraré una mañana
dentro de mi habitación
y prepararás la cama
para dos.

la princesa y el plebeyo

habláme. no me dejés de hablar. preguntáme otra vez si quiero escucharte. leéme tus palabras. bendecíme con tu voz.

contáme de dónde venís. contáme lo perdida que estás.

"el único escape es soñar."

"ya no aguanto más."

(luego bebo de tu cerveza mientras leés a pessoa: bebo como beber de tu boca, como beber de tu palabra).

"no debí haber salido de donde estaba... para encontrarme con el vacío, para encontrarme con nada".

preguntáme quién soy. (es tu voz?)
reí conmigo. (hacía tanto no reía!)
cantá...

te digo: vamos al mar, a la selva. vamos? y sonreís y te estremecés.
"y sumercé para qué quiere ir?"
dejé un pedazo de mí, en ese lugar.

te pregunto en uno de nuestros silencios: dónde estás?
"allá."

y cuando me preguntás, te hablo de ella: uno no conoce los plazos de la felicidad... simplemente se endeuda... y es feliz.

no me canso de mirar el lugar de tus ojos dónde siempre estás triste, aunque riás.

y venimos y te abrigo, y te llevo al borde del mundo donde me dejás.

y te abrazo,
y te vas.

domingo, marzo 13, 2005

te lo prometo

"(...) With you, I can act like a child, make up silly stories or walk in my hands, I can miss my train and eat 200 g of chocolate in 1 hour, I can look up at the stars and the moon and tell you it makes me happy, I can cry without being ashamed; you've broadened my horizon, you've made me feel happier and more confident; you've brought me back to childhood.
(...) Maybe you haven't changed the world for the moment, and you haven't fought enough to make it fairer - But I promise you've changed MY world and through me you will stay forever.
(...)
I often (hm... very often) think about your scar on your wrist, and everytime this image comes into my mind I feel like a lump in my throat, in my stomach, and I'm so frightened...
Some writer, that I can't remember now, wrote that to love is to have someone to lose, and that you often realize how much you love someone when you know you can loose him.
Gargolita, promise me I won't loose you, never! Promise me you will always remain my brother, you will never leave me!
Oh, I am so scared, sometimes..."

Pascale, Brighton 2000

Pessoa

"Lo que hay en mí, sobre todo, es cansancio
- no de esto ni de aquello,
ni siquiera de todo o de nada:
cansancio tal cual, en sí mismo,
cansancio.

La sutileza de las sensaciones inútiles,
las pasiones violentas por nada,
los amores intensos por lo imaginado en alguien,
todas estas cosas
- éstas, y lo que en ellas falta eternamente-,
todo eso hace un cansancio,
este cansancio,
cansancio.

Hay sin duda quien ama lo infinito,
hay sin duda quien desea lo imposible,
hay sin duda quien nunca quiere nada
- tres tipos de idealista, y yo ninguno de ellos:
porque amo infinitamente lo finito,
porque deseo imposiblemente lo posible,
porque lo quiero todo, y un poco más si puede ser,
y hasta si no puede ser...

¿Y el resultado?
Para ellos la vida vivida o soñada,
para ellos el sueño soñado o vivido,
para ellos la media entre todo o nada; es decir, esto...
Para mí sólo un grande, infecundo cansancio,
un supremísimo cansancio,
ísimo, ísimo, ísimo,
cansancio."

Álvaro de Campos (1890-?), en una antología traducida por J.A. Llardent

cuando nací

Cuando nací, no nací completo. Tenía cada parte de mi cuerpo: mi corazón, mis manos, mis piernas, mis sentidos, mi rostro. Pero, de qué sirve tener cada parte si no sos amado, si no amás? Norita, mi tía Norita, vos y cada uno de los que he amado y me han amado me han dado el verdadero corazón, me han enseñado a ver, a escuchar, a sentir, a andar, a soñar. Por vos, más que estar aquí, estoy vivo, tan vivo como puedo, por vos he tenido caminos para andar, por vos viví entre las cordilleras, detrás de la cordillera el mar y la selva, y me llevaste, con las piernas y las manos y los ojos y el corazón que por vos tengo, y vi y sentí y crecí. Por vos estuve al lado de otro mar, entre colinas y acantilados y un mar frío, sereno y hermoso. Por vos tengo un corazón que puede jugar con los niños. He aprendido, he crecido, he sido por los que me han amado, por vos.

No nací completo, Norita, vos me diste un rostro, unas manos y un corazón. Vos me diste todo lo que me pudiste dar. Y somos tantos a los que tocó y transformó tu generosidad, tu bondad enorme, tu amor... Gracias, Norita. Gracias por haber estado, gracias por estar, por seguir estando. Hubiéramos querido tenerte mucho, mucho tiempo toda aquí y retribuirte más. Contarte de nuestros andares y nuestros sueños, y verte sonreír y poderte abrazar. Sin vos acaso nuestra vida hubiera sido menos feliz. Hay fuerza, hay amor, hay esperanza entre nosotros, de todo vos nos diste tanto... Ve con Dios, Ana Leonor Franco Bernal, Leíto, Norita. A la hija, a la hermana, a la cuñada, a la tía, a la trabajadora, a la jefe, a la amiga tan noble, tan correcta, tan buena que fuiste, la vamos a llevar aquí (en las manos), aquí (en la mente), aquí (en el corazón)...

Una vida sólo es plena y hermosa cuando engrandece a los demás. La tuya lo fue. Tu vida fue una bendición. Gracias por tu vida. Gracias, gracias. Que hasta tan cerca a Dios, donde vos estás, nuestras vidas te lo puedan seguir diciendo: gracias. Te vamos a extrañar.

junio 8 del 2002

la memoria

comencé haciendo de este blog lo que aún hago: obligarme a beber de mi memoria, devastarme, dejarme llenar por los vacíos, por lo irrecuperable, por las culpas.
ese viaje gris que emprendo desde que perdí todo, ese que pude y estuve tan cerca de ser pero tan frágil que... cayó en pedazos.
y aún tuve luz para que martha isabel me siguiera amando, para que luisa me amara, para que pascale me lleve a su corazón abrazado.
van a ser tres años desde la peor de las ausencias. es tan terrible la muerte. cada vez que pienso en ella ausente me siento lo más sucio y canalla e indigno de todo lo que recibí, de todo lo que no pude agradecer, de todos los abrazos que no dí... si me pudiera perdonar esto!
si me pudiera perdonar tantos recuerdos!
creo que el único recuerdo limpio que tengo es pascale. a ella jamás le hice daño. jamás le he fallado.
creo que lo único que me limpia es el perdón de quienes me han amado. el perdón de mis padres de cuando huí a solano, de haberlos juzgado, el perdón de martha isabel por la indiferencia y el maltrato, el perdón de luisa... solo quisiera el perdón de norita para no escarnacerme con furia, con el arrepentimiento inútil de haberle dicho al menos gracias, decirle te amo.
por eso odio la memoria.
por eso el color gris de mi vida y de mis huesos en estos años.

no quiero olerme y oler a alcantarillas.

quiero perdonarme y levantarme.

quiero mirarme las manos y no sentirme culpable.

quiero ser quien merezca que lo hayan amado, que lo amen.

Maisy

"(...) She was born in February 12: her first sound was a gentle whimper and she was put into my arms wrapped in white and I loved her. She was tiny and her sking hung from her body waiting to be filled with hours of feeding. (...) I loved her so much that my heart hurt.
(...) I would lie in bed with Maisy beside me in her cot and long for her to wake. I would watch every moment of her face. Every sigh she made sent a shiver of glee through me. She seemed to dream. Her eyes and mouth would flutter and I would wonder at the workings in that tiny head. (...)
Even in those early days I would whisper to her and tell her how very proud I was of her, and what a huge privilege it was to be her mummy.
(...)
I had said many times that I didn't mind whether she was beautiful or ugly, clever or thick - the thing I wanted her to be was kind. (...)"

(Emma Smith on her dead baby girl, The Times August 1 2000)

irse lejos

Comencé a contarle a Ricardo cómo la niña de ojos gitanos me recuerda a Hernán. La misma tristeza afilada, la misma desesperación. El Hernán de hace años, el Hernán de hasta hace tan poco... Luego, al hablarle de ella caí en cuenta de que a ella la invocaba cuando la desolación de mi adolescencia, a ella, destrozada, dolorosa... ¿Cuántas veces no quise huir con vos? ¿Cuántas veces no quise ahogarme con tu dolor?
He... crecido... o simplemente, ha pasado el tiempo. Por eso no pude tomar tu mano hace 15 días y subir a la montaña con vos, atravesando con nuestros cuerpos la densa oscuridad de tu noche. El tiempo nos pudre los huesos.
Pero hace unas horas, cuando me llamaste para decirme que no podíamos vernos y me dijiste que en semana santa querías irte lejos, fue como si me llamaras desde adentro.
Fue como cuando solo, acudía al llamado del páramo, del mar, de los acantilados... Y solo frente a la voz de la niebla, del viento, de las caricias tristes del mar sobre la costa, de la luna ascendiendo, de las estrellas cayendo, me deshacía en lágrimas. Como si gritara. Esa era mi felicidad. Irme lejos, y abrazarme.
Irme lejos. Y gritar.

Hitomi

"(...)
Jajuka: - Déjalo morir... Deja que esa alma se libere del sufrimiento de la guerra. La muerte es lo que estaba buscando. Morir es paz.
Hitomi: - Van quería...
- Tristeza, siempre presente... mientras estés vivo.
- ¿Buscaba la muerte? ¿Por qué? ¿Era tan doloroso? ¿Era tan difícil? ¿Por qué? ¿Estaba intentando quedarse con todo el dolor él solo? Van no estaba solo... Yo sí... Quiero que... Van siga viviendo! Yo... me quedaré con Van... Hasta que se de cuenta que no está solo... Hasta que su tristeza se vaya... Yo me quedaré con él. Sí... no hay tristeza que no desaparezca gradualmente. Quiero... creer. Así como no puede llover por siempre... Quiero pensar que juntos veremos, el cielo azul otra vez...

(...)

Hitomi: - ¿Dónde estás, Van?
Van: - Deja de preocuparte por mí...
- Regresa... No me dejes sola...
- No puedo regresar, no puedo dejar de pelear...
- ¡Eso no es cierto!
- Tú no entiendes... ¡Estoy solo!
- Yo también estoy sola... ¿No es doloroso estar solo? ¿Qué no es difícil? Me pasaba lo mismo. Aunque, si estamos juntos... podríamos lastimarnos... Y llegaría el momento de separarnos otra vez. Pero... eso no es el final, ¿no es verdad? Aquí estoy."

Kazuki Akane: Escaflowne (2000)

viernes, marzo 11, 2005

para cuando vengas

"Since you came
your eyes
have awakened mine
taught them to see

Never knew
such magic
in a simple blade of grass
such laughter
in the crackle of a
newspaper
such horror
in a single departure

With you
everything's wonder
adventure
a door knob, a gear
the contents of a bin
a red umbrella
reflections in a mirror
bubbles dancing in water

I shall never again
be bored, be lonely
learning as you do
to converse not only
with dog, flower, tree
but also with calendar
powderpuff & safety-pin
an old bit of string
a bunch of jangling keys.

You have taught me
joy, intensisty
curiosity
terror, adventure
laughter
You have shattered
complacency
Since you came
my life
has been touched by yours
my eyes awakened
by yours
before you came
they were only
open
couldn't really see."

Cecil Rajendra: Broken Buds (1994)

jueves, marzo 10, 2005

nadar

en ese entonces compartía apartamento, el del mortiñal, con la tana. había piscina cerca, una pequeña, y ya no recuerdo por qué me entraron las ganas de nadar (ahora que releo creo que fue que una amiga de marthica me contó que estaba en clases de natación). nunca lo había hecho, digo, nada diferente a chapucear en el agua o nadar estilo cauquita (tuve de adolescente chiquito clases de natación en la cruz roja, pero no recuerdo haber aprendido mucho...). le pregunté entonces a la tana como era la vaina para nadar braceando y me explicó, y que la respiración y que los brazos y la patada y que tal... iba en las mañanas. debió haber sido en esa época excesivamente feliz en que con lo que hacíamos con las abejas (muestreos mensuales) alcanzaba a vivir. la pequeña piscina usualmente estaba sola y yo nadaba primero a lo ancho, que no debían ser más de diez metros y luego a lo largo, como 25. ahí le fuí haciendo de a poquitos. la primera vez que nadé en piscina grande fue en algún viaje a bogotá, en la de compensar, y recuerdo que luego de la primera piscina quedé totalmente exhausto. así que al volver a cali comencé a ir a la piscina del estadio. el cabello se empezó a poner todo monstruo de los mangones, así que nuevamente me rapé.
allá iba a nadar cuando lo de martha isabel. creo que nadar era lo único que evitaba sentir que enloquecía, creo que nadaba y dejaba un rastro de sangre y dolor en el agua. aún en medio del dolor de los meses que siguieron, era feliz cuando nadaba... ahora iba también a la piscina de la san buenaventura, siempre tan solitaria, feliz en el agua, bajo el sol... era hermoso ver el sol iluminar la piel de mis brazos, mirar el cielo entre las brazadas...
nadar fue de lo poco que quedó de los días felices, uno de los pocos hábitos que permanecieron. luego viajé a brighton y nunca pude nadar allí. luego volví a nadar en piscina como a los dos años de volver a bogotá. la primera vez después esos años que volví a una piscina estaba que lagrimeaba de alegría. hice cursos (espalda, libre) y durante algunos meses me volaba de la universidad para ir a nadar. luego se me complicaron los horarios. y hoy después de varios meses, volví a nadar. ahora ojalá pueda ir al menos una vez a la semana.
pero no es lo mismo que nadar bajo el sol.
no es lo mismo que nadar en el mar.

martes, marzo 08, 2005

"Tu deviens responsable pour toujours de ce que tu as apprivoisé."


"(...) Le petit prince s'en fut revoir les roses:

- Vous n'êtes pas du tout semblables à ma rose, vous n'êtes rien encore, leur dit-il. Personne ne vous a apprivoisé et vous n'avez apprivoisé personne. Vous êtes comme était mon renard. Ce n'était qu'un renard semblable à cent mille autres. Mais j'en ai fait mon ami, et il est maintenant unique au monde.

Et les roses étaient bien gênées.

- Vous êtes belles, mais vous êtes vides, leur dit-il encore. On ne peut pas mourir pour vous. Bien sûr, ma rose à moi, un passant ordinaire croirait qu'elle vous ressemble. Mais à elle seule elle est plus importante que vous toutes, puisque c'est elle que j'ai arrosée. Puisque c'est elle que j'ai mise sous globe. Puisque c'est elle que j'ai abritée par le paravent. Puisque c'est elle dont j'ai tué les chenilles (sauf les deux ou trois pour les papillons). Puisque c'est elle que j'ai écoutée se plaindre, ou se vanter, ou même quelquefois se taire. Puisque c'est ma rose. (...)"

Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944): Le petit prince, 1943

lunes, marzo 07, 2005

perseguir al viento

"perseguir al viento
es como cuando te beso
y me robas todo el aire que tengo

(y sólo lo persigo cuando
no te tengo

te tengo?
no.
nos tenemos)"

domingo, marzo 06, 2005

y si yo fuera selva

"y si yo fuera selva
tendrías la humedad con sólo mirarme
y unas manos inútiles
para desnudarme."

Cada instante

"Estamos todos en el fondo de un infierno, cada instante del cual es un milagro."
Cioran: Le mauvais demiurge, 1969

Cioran


E.M. Cioran (1911-1995)

Lo leí por primera vez en las paredes de un salón de la Nacional. Negret lo transcribía. Fue un vínculo entre los tres: Negret, Tolis y yo. Un vínculo que sólo persiste, lejano, entre Héctor Iván y yo. Cuando huímos con Gladys a Solano, al cielo gris, a la luna llena sobre el Pacífico, sus palabras (ahora sé, mal leídas) nos llevaron allí. Hay marcas de los dedos de ella, pequeñas manchas de su sangre aún en mi copia del Aciago Demiurgo. Todavía recuerdo el vértigo con el que compré Ese Maldito Yo en Cali. Por épocas lo llevaba siempre conmigo, un libro en el morral. Aún hay momentos en que sólo cuando lo leo me siento real. Creo que estos días me persigue desde que hablé con la niña de ojos indios: la fuerza ingenua de la desesperación. Ya no recuerdo el viernes por qué saqué Cuaderno de Talamanca para leerlo.
Ahora ya no lo leo tan literal. Tan ingenuo yo frente a su rabia y su vacío. Ahora me afirma sin desesperación. Ahora es más profundo. Ahora cuando quiero abrazarme leo sus Cuadernos o las entevistas que le hicieron y su ternura me conmueve hasta una exaltación como la que daría un mar que arde.
Durante años lo que yo más quería en el mundo era viajar a París para verlo de lejos, para verlo llegar a su apartamento o salir de él... solamente contemplarlo.
Pero murió, el 20 de junio de 1995. Llevaba varios años enfermo de Alzheimer. Nadie, nadie, nadie compartió el estupor, el dolor que sentí. Cada vez que pienso en su muerte... es como si la sangre se me detuviera y me llenara de un dolor que me estalla en noche, que me convierte, sangre y lágrimas, en estrellas dispersas en el vacío.
Cuando fui a París, finalmente, ni siquiera pude ver su tumba. Un vendaval hizo que cerraran los cementerios.
Sus libros son lo más íntimo que poseo.
Sus palabras me son.
Pero me siento huérfano. Horriblemente. Apenas puedo concebir un universo en que él está ausente.
Quedan las lágrimas y la dicha. Ese dolor intenso y feliz con que lo leo.
Y pienso que si soy alguien, soy un alguien dibujado por las heridas y cicatrices de lágrimas adentro y en mi rostro que me han dejado sus palabras.
Dibujado por los rastros de las sonrisas que me salen cuando acaricia mis vísceras. Las sonrisas de un animal feroz y triste que lleva desde que nació la ausencia, el dolor de ser alguien en medio de tanta, demasiada vida. Ser tantos huesos, tanta carne.

amigos

nos conocemos desde niños. del ciego recuerdo sobre todo un día, ya estábamos en la universidad, que se apareció en mi casa, no recuerdo el pretexto, y me regaló unos recortes de calvin & hobbes. que me envió desde méxico una foto de las pirámides bajo un cielo lila... el color del cuál después pinté el balcón del apartamento en cali donde vivía. y hoy me cuenta que aún guarda el artículo que escribí hace años en cali contra las corridas... el que yo daba por perdido, el que fue acogido con respetuoso silencio por los ganaderos y los toreros en el seminario de la san buenaventura. de alguna manera siento que el ciego, a pesar de todo lo que nos separa me ve, que en Andrés Caicedo hay algo de vínculo, de complicidad... en las palabras de I have dream, de Martin Luther King...
todo el vínculo que me falta con jota. a quien sinembargo quiero, pero para quien soy alguien que no soy, a pesar de todo el tiempo.
esta noche sentí sobre todo las distancias, aquel que no soy para ellos.
para tantos.
y que soy para vos. y que me falta. y que me faltas.
mientras ocurría el ruido, te evocaba. te invocaba. y sonreías.

sábado, marzo 05, 2005

del diario de Seymour Glass

"(...) Estuve leyendo todo el día una selección del Vedanta. Los cónyuges están para servirse el uno al otro. Para elevar, ayudar, enseñar, fortalecerse el uno al otro, pero sobre todo para servir. Criar a los hijos con honor, con amor y con desapego. Un niño en la casa es un huésped que ha de ser amado y respetado, nunca poseído, porque pertenece a Dios. Qué maravilloso, qué sano, qué bellamente difícil y por lo tanto verdadero. La alegría de la responsabilidad por primera vez en mi vida. (...)"
J.D. Salinger: Levantad, carpinteros, la viga maestra (Raise high the roof beam, carpenters; 1955)

guache

actué como un aguafiestas. no me preocupa más haber causado malestar que lo mal conmigo mismo que me siento, lo torpe. la idea, por ejemplo, de evitar la belleza, el mural, porque algún día desaparecería... ese argumento mío de persona adulta (toda la peor connnotación del término. disgresión: hay por supuesto, una forma correcta, profunda de ser adulto. me lo descubrí, agua tibia, cuando un día le dije a alguien que sin adultos que cuidaran de ellos los niños no podrían ser niños. ser adultos, en ese sentido, es lo que salinger llama [me levanté a buscar lo de salinger que tenía en mente... es tan hermoso que lo voy a transcribir... acabo de darme plena cuenta de que lo que dije ese día no era sino una evocación inconciente de lo que había leído de él]).
la misma torpeza que a veces cometo con ricardo.
llevo tantos años perdido de mí mismo, de ese centro, de ese río, y los cretinos que he sido están tan bien instalados, que a veces no dejan limpio ni mi cansancio, ni mi tristeza, ni las cualidades que deberían ser absolutas: el respeto, la bondad, la amabilidad.
que sea siempre limpia mi risa.
que no hiera a nadie mi melancolía.

viernes, marzo 04, 2005

si me encuentran

que puedan decir: murio asfixiado de cielo. un cielo doloroso, la vía láctea que desborda. detrás quizás la selva, quizás el mar.

un poema de federico

Abismo inalcanzable
frío, soledad
Libro.
Estatua en el horizonte
embudo, canica
canica, embudo orden o
desorden Libros.

(Federico R. N.)

estábamos de noche en uno de esos edificios adustos y fríos de la universidad. hablábamos, de qué? apareció federico sonriente, le pediste que contara sus planes de viajes (no notás su amor cuando habla de su hermanita?), que leyera su poema. éste. nos lo explicó y adquirió una textura más sutil que la de su sonoridad. le pedí que me regalara una copia. hoy me la llevó a clase. y lo vuelvo leer y algo en él cifra el estupor, el escalofrío. algo en uno cuando se puebla de palabras se desintegra y se despega lentamente de adentro de la piel.

miércoles, marzo 02, 2005

un cuentito de tupac

Ruta 315

Nunca había salido tan tarde del trabajo. Me disponía a tomar el último bus en la ruta 315 que lleva de City a Belconen a las 8:50 pm, pero llegué un poco antes al paradero. No había nadie y la luna creciente alumbraba la calle poco transitada por vehículos ocasionales. Claro, no estaba en la sexta de Cali, se notaba a leguas. Pensé que si estuviera tan solo en un paradero de Cali estaría más preocupado. Me recosté en la parte de afuera del paradero y no sentí a la chica que se sentó en la silla. Salía de la Universidad cercana. Azoto su mochila contra el suelo y el ruido me asustó haciéndome dar un salto, pero a verle su figura femenina y menuda me tranquilicé. Poco después un auto menudo marcó la direccional y disminuyó la velocidad para parar un poco más allá del paradero. Vi tres personas en él y traté de alejar mis preocupaciones innatas de haber crecido en ciudades peligrosas. Pensé que en Canberra no pasan cosas malas; aunque para ser preciso, no es cierto del todo. Bajaron dos personas del auto y el conductor se marchó raudo. Una de ellas era una chica más menuda aún que la que me había asustado. Se acercó a ver la tabla de horarios de los buses expuesta al frente de la parada. Miró su reloj como yo lo había hecho unos minutos antes. Me preguntó con su voz de campanita si el 315 ya había pasado. No le entendí y le pedí que me repitiera. Le dije que no. Quizás entonces reconoció mi acento de foráneo al hablar inglés. Se marchó a platicar con la otra persona. Yo seguí recostado en el paradero hasta que pocos minutos después apareció el bus a lo lejos. Las dos chicas que bajaron del carro entraron primero, yo de último como todo un caballero. El bus estaba casi vacío. Yo me senté en mi lugar habitual, al frente, en la silla que mira al resto de pasajeros. Las chicas se habían sentado en las bancas de atrás. La más grande tenía un gorrito en invierno de adolescente rebelde, un arete en la ceja y un pirsei arriba del mentón. Sus ojos marrones eran grandes y de mirada profunda, así que decidí no enfrentar su agudeza visual, pero estaban justo al frente mío, sentadas en bancas diferentes y hablando. La grande me miraba continuamente y luego hablaba con su amiga. Cuando se encontraron nuestras miradas recordé mis juegos de adolescente en Cali mirando fijo a la gente para tomar confianza en mí mismo y no pude apartar mi mirada de sus ojos. Era casi un reto de entonces. Así que accedí. Sentí un poco de coquetería cuando intenté desistir del juego. Pero ella seguía. Yo no quería escapar de sus ojos (cual cobarde), pero tampoco quería inmiscuirme en su mirada, por lo cual intenté el vacío justo detrás de su ventana. Intenté no generar ningún gesto, pero cuando ella hizo bizco tuve que sonreír. Entre tanto su amiga, la menuda presenciaba un poco incómoda. Por fin llego la hora de mi parada liberadora. Mientras las chicas conversaban, timbré sin despedirme, porque claro, no hay que hacerlo en casos como estos. Me paré y bajé del bus. Cuando se alejaba, la menudita me siguió con su mirada y esperó que yo alzara la cabeza y con su mano derecha levantó el dedo corazón bajando el resto para simbolizar un falo erecto. Yo ví como el bus se alejaba.

Tupac

nos conocimos en ingenierías, gamboa me dijo que había alguien a quien le podía interesar lo de las abejas y las orquídeas. yo estaba tercero y vos eras primíparo. desde entonces tanto vínculo, tantos recuerdos, hermano. de los que más llevo en la sangre: la primera vez que salimos a coger euglosinas al cerro del águila, sin tener ni idea cómo eran, sin saber cómo manejar una jama... así que yo perseguía como loco todo lo que pareciera abeja y vos te quedaste atento durante horas al lado de una orquídea terrestre ...
o ese día que te ví imposiblemente triste en la cafetería del superley porque habías querido más de lo que debiste a alguna mujer... y yo tan torpe... tan sin qué decir. nos fuimos a ver Cyrano de Bergerac y cuando al final de la película él va muriendo luchando contra sus enemigos yo lloraba congestionado y me dio tanta pena con vos a mi lado que te miré y vos también llorabas.
o cuando nos fuimos a coger abejas a isla palma... no sabías, no supiste, pero era mi cumpleaños... y ese atardecer viajando con vos en la lancha, entre la selva y el mar, ha sido uno de los mejores regalos que he recibido de tu estar.
y verte hacer como abeja en tu charla para heike (qué bonito fue, sabés? martha isabel, chois, la iguana todos dieron charlas...). o decir juntos: biólogos verrrrrrrrrrraaaaaaacoss!
y los varios cumpleaños tuyos que pasamos juntos.
o caminar juntos en parís... yo en parís con vos! yo con tupac en el louvre... comprando vino en una tienda donde vos le decías al señor que atendía, en español, que señor, mire que mi amigo y yo queremos una botella de vino...
te extraño tanto. cuánto quisiera abrazarte (brincar y colgarme de vos y agarrarte fuerte) y reír con vos y verte ser papá.
te quiero resto, y cuando natalia me dice que te quisiera conocer me hace muy feliz, sabés?
mi hermano, tupac.

martes, marzo 01, 2005

un día feliz

al regresar a casa en la noche una librería abierta y un libro de saint-ex: piloto de guerra... cómo explicar la euforia del peso de un libro recién adquirido en las manos? ah, cómo quisiera, duende, que me bendijeras éste... (puedo verte: sonriendo mientras lo mirás...)

había una antología poética de césar vallejo que pensé, al verla, en comprarla para mi niña de ojos gitanos... pero no tenía suficiente y pensé que sería más hermoso llevarla a una librería y acompañarle la felicidad de tantos libros a la vez... y regalarle el que más feliz la ponga...

y compré pan y me lo como con té de canela y escucho U2...