viernes, abril 29, 2005

estar con vos

hoy, pequeña, te encontré, me encontraste esta mañana y quedamos en vernos en la tarde. me dejaste feliz. te llamé y a pesar de la tos y la lluvia te dije que quería verte... fuí. caminamos un rato, luego estuvimos en un café hablando, caminamos otro ratico, asombrándome entretanto y a cada rato de tu belleza y lo pura que sos. luego fuimos a tu casa y entendí, en tu madre inocente, de dónde venís.

madres

cada una un espejo fiel de sus madres.

miércoles, abril 27, 2005

13

"Primero está la soledad.
En las entrañas y en el centro del alma:
ésta es la esencia, el dato básico, la única certeza;
que solamente tu respiración te acompaña,
que siempre bailarás con tu sombra,
que esa tiniebla eres tú.
Tu corazón, ese fruto perplejo, no tiene que agriarse
con tu sino solitario;
déjalo esperar sin esperanza
que el amor es un regalo que algún día llega por sí solo.
Pero primero está la soledad,
y tú estás solo,
tú estás solo con tu pecado original -contigo mismo-.
Acaso una noche, a las nueve,
aparece el amor y todo estalla y algo se ilumina
dentro de ti,
y te vuelves otro, menos amargo, más dichoso;
pero no olvides, especialmente entonces,
cuando llegue el amor y te calcine,
que primero y siempre está tu soledad
y luego nada
y después, si ha de llegar, está el amor."

Dario Jaramillo Agudelo (1947- ): en Poemas de Amor, 1986

Bach, liviano

Quizás sea el instrumento, la flauta, quizás sea Bach, quizás ambos. BWV 1032, 1020, 1031 y 1030, todas para flauta y clavecín. Conmovedor el movimiento Siciliano de Sonata en Mi bemol mayor, BWV 1031, pero aún esa tristeza era temática, no abstracta como esos estados como puñales que siento con otras obras de Bach. A veces en el clavecín sentía esa intensidad que anhelaba. Pero qué obras tan hermosas. Y qué bueno que hayan tocado de nuevo, para despedirse el Siciliano. Salí feliz. A pesar del lastre que durante el concierto fue parte de mi cuerpo.

martes, abril 26, 2005

dos de tus días

ayer vos al otro lado de la lluvia te dolías y coagulabas tu rabia por la noche anterior. me contaste pero apenas si me puedo imaginar ese infierno. y mientras me contabas, una de la mañana en tu barrio: tres tiros y acaban de matar a un tipo. y vos con miedo y miedo por tu hermano, que para vos es todavía un niño. otro tiro.
hoy llegaste a la una a la universidad, te dejé las llaves y te fuiste caminando entre uno de los barrios de la loma. un barrio humilde y verdadero. los olores, los sonidos, las calles que suben y bajan. y vos feliz. cuando llegué habías preparado pasta. comimos en la cama, a turnos según el hambre. hablaste de ese vacío que es tu hogar y que habías olvidado y que yo te recordé.
el sol de los venados mientras vas y vuelves.

lunes, abril 25, 2005

tempestad

los gusanos en la cabeza. la luna de los suicidas.
la ansiedad (un ácido lento que se apodera de las entrañas).
verte sonreírme de nuevo.
y verte ir, esta vez en paz.

viernes, abril 22, 2005

una lluvia que cae despacio

hoy almorzamos... bajamos por el parque a ver la película y sentimos al mismo tiempo la alegría de ver caer despacio la lluvia sin que pareciera que estuviera lloviendo... fue una película bonita como todo lo que quiero darte. tomamos luego vos café y yo chocolate. hablamos, nos contamos. y antes de que fuera tarde te fuiste. soy ese que dejas feliz y limpio. sos una lluvia que cae despacio.

federico

hoy en clase hablaste, mientras todos trabajaban en cromosomas y meiosis, de tu herida de ayer. todos te sentimos, sin saber bien qué decir. ah, viejo, cuánto sabés lo importante que hay en el mundo... te dieron un corazón bueno, tus padres.
me gusta ser ese maestro que aprende de sus alumnos...

cuando sonríen

creo que quizás, todos guardan un reducto de pureza en medio de su podredumbre. pero no vale la pena untarse de mierda para buscar en ciertas entrañas cristales rotos, vidrios agudos. algunos viajan la mierda, descienden a los infiernos y permanecen puros. otros permanecen limpios, sin haberse manchado de mundo. mi marciana tiene un pureza que resiste sus perdiciones de animal niña curiosa, de poeta. mi ángel no ha sido tocada por el mundo. ¿cómo no supe ver la lepra de natalia? cómo no olí su sangre estancada? ¿cómo no ví las señales? ¿cómo no pude seguir viéndola envejecida, ajada por el vacío, por el hedonismo sin sentido, como la primera vez que la ví? ¿cómo no entendí su sonrisa de cadáver, la tos torpe de su risa? ¿cómo no ví que se fingía y me engañaba? he sido transparente y el precio ha sido poco: una equivocación incómoda pero trivial, en últimas. a cambio, dos personas tan puras que duelen los ojos de mirarlas. y cuando sonríen me bendicen. y yo, ese animal oscuro y cansado, recibo, y algo tratan de dar mis ojos y mis palabras.

jueves, abril 21, 2005

cuando me dejas

ayer temí que no estuvieras. pero estabas. almorzamos y nos tocó aguacero. y luego juntos en la tarde, cada uno con sus cosas. en la noche unas cervezas, regresar despacio, comer juntos, mostrarte el libro de Tim Burton, ver von Trier. yo me quedé dormido, quería dormir. no quería de nuevo el dolor. me desperté cuando al final de la película escuché tu llanto. muy triste vos (esa tristeza dichosa que ocurre y nos colma) y yo medio dormido, algo hablamos de la prostitución, de la debilidad, antes de quedarnos dormidos. y acabás de irte. y me quedo solo. pensando en tu sonrisa, sintiendo tu olor a sándalo. creo a veces que no sabía qué tan solo podía estar hasta cuando, después de estar tan juntos, me dejas.

martes, abril 19, 2005

hacia arriba

"Flotantes, boca arriba,
en alta mar, los dos.
En el gran horizonte solo, nadie,
nadie que mire al cielo,
nadie
a quien pueda él mirar,
sino estos cuatro ojos únicos,
cuatro, por donde al mundo
le llega el necesario
don de ser contemplado.
Fuera de los caminos de los barcos
felices escapados del auxilio,
que sería un error contra nosotros.
Por voluntad allí desnudos. Los dos.
Con esas marcas leves
secretamente conocidas,
cicatriz, señal, mancha rosada, lunar,
misterioso bautizo
de nuestra carne
que sólo el ser amado encuentra, atónito,
siempre en su sitio, en el amor o el odio,
junto al seno,
o entre la cabellera, ocultas.
Y no más nombres ya, no más maneras
de conocernos que esas señas leves,
de la carne en la carne.
Y vagamente otras
marcas también secretas
en el rastro del alma que aún nos queda.
Los nombres se borraron
ante una luz mayor, como luceros,
en el borde del alba.
Al aire ya.
Y para no volver bajo los techos
y no ver nunca más las grietas,
terribles, que nos duelen,
al despertarnos juntos,
tornando al mundo, y la primera cosa,
es una grieta atroz, sin alma, arriba.
Hay que decir, y que lo sepan bien
los que viven aún bajo techado,
donde telas de araña se entretejen
para cazar, para agotar los sueños,
donde hay rincones
en que línea y línea se cortan
y sacrifican en fataqles ángulos
su sed de infinitud,
que nosotros estamos
contentos, sí, contentos
del cielo alto, de sus variaciones,
de sus colores que prometen todo
lo que se necesita
para vivir por ello y no tenerlo.
Sin andar, ya,
despedidas las plantas de los pies,
del más triste contacto de la vida,
del suelo y sus caminos:
se acabaron los pasos y los bailes.
Viven en la alegria fabulosa
De saber que la tierra ya no vuelve,
Que ya no marcharán. Están al
el aire, el sol les da triunfales signos
de libertad. Se apoyan en el agua,
sin guijarros, sin cuestas, son ya libres.
Sin ver nada hecho por el hombre.
Ni las telas, las sedas,
con que disimulabas tu verdad,
cuando errábamos torpes
por la ilusión sencilla de la vida.
Ni las redondas formas de cristal,
donde se maduraban, por el día,
frutos de luz, abiertos al crepúsculo,
colgando de las lámparas.
Ni las cerillas, ni las tiernas máquinas
-relojes-
donde el tiempo, entre ruedas de tormento,
perdía su bravura,
y se iba desangrando
minuto por minuto, gota a gota,
contándonos
todas las dimensiones de la cércel.
Nada. Todo lo que hizo el hombre,
suprimido.
Y ausentes ya las pruebas de otros seres,
sus obras,
sin señas de que nadie exista,
sin la demostración desconsolada
que es tener en las manos
monedas de oro o un retrato,
no hay nada que nos pruebe
que hubo antes otros, que otros todavía
son nuestros padres, nuestros hijos, vínculos.
Podremos ya creernos
los dos primeros, últimos, sin nadie.
Ser los que abren al mundos
Su puerta virgen y lo estrenan todo,
Y si oyen otra voz, solo es su eco,
Y si ven una huella,
Ponen la planta encima, y es la suya.
Ir tomando
-porque no hay duda ya de que nosotros,
somos los dos llamados-
posesión lenta, al fin, paraíso.
Hundirse muy despacio,
con la satisfacción clara, en el rostro,
del último color, gris, negro, rosa,
que se queda en lo alto.
El paraíso está debajo
de todo lo supuesto, lo sabemos.
Lo supuesto es la vida y es el mar.
Y por eso desnudos, voluntarios,
lo vamos a buscar,
sumergiéndonos,
suicidas alegres hacia arriba,
con el final acierto,
de nuestra creación, que es nuestra muerte."

Pedro Salinas (1891-1851): Suicidio Hacia Arriba, en Razón de Amor, 1936

"Se te está viendo la otra"

Se te está viendo la otra.
Se parece a ti:
los pasos, el mismo ceño,
los mismos tacones altos
todos manchados de estrellas.
Cuando vayáis por la calle
juntas, las dos,
¡qué difícil el saber
quién eres, quién no eres tú!
Tan iguales ya, que sea
imposible vivir más
así, siendo tan iguales.
Y como tú eres la frágil,
la apenas siendo, tiernísima,
tú tienes que ser la muerta.
Tú dejarás que te mate,
que siga viviendo ella,
embustera, falsa tú,
pero tan igual a ti
que nadie se acordará
sino yo de los que eras.
Y vendrá un día
-porque vendrá, sí, vendrá-
en que al mirarme a los ojos
tú veas
que pienso en ella y la quiero:
tú veas que no eres tú.

Pedro Salinas (1891-1951): en La voz a ti debida, 1933

tienda, acantilado

bajé a hacer una llamada (tengo dañado el teléfono). para soportar mejor la espera de la llamada (al servicio técnico) pedí una cerveza. iba llegando la gente, pedía, compraba, se iba. qué real es el mundo en esa tienda de mi barrio. cuatro cervezas. me sentí tan feliz que casi llegué a agradecer el teléfono dañado. y es bueno el final de este día torpe y sucio, este día en que es inútil enseñar, en que vos no llegaste, en que ví al ángel tan serio (pero lo ví), en que no entendí cómo con la naúsea me pude haber equivocado tanto...

(6.30 minutos de receso... una llamada por el cel)

no llegaste porque estás enferma. "yo quería ir corriendo para estar a su lado". ¿qué importa que el mundo anda torcido si te amo?
mi parce.
mi vida.
mi hermana.
sacáme del mundo y lleváme con vos, dónde sean reales los días, donde la vida sea
un acantilado.

lunes, abril 18, 2005

densos, los días...

... turbios, como un río envenenado. sin sentido. o con el sentido terrible de un niño asesinado: todo el horror del mundo.
creo que cuando me dejas ( esta mañana yo pesado de sueño, acompañándote a la puerta, sentí que te abandonaba) me dejas indefenso, solo frente a un mundo que enfrento como un animal herido.
son pocas, tan pocas, las cosas que consuelan. hoy, por ejemplo:
ver a vivian pasar corriendo. escribirme con ella hace un momento y la promesa de verla pronto. y vos mañana a mi lado (siempre el miedo de perderte... y si un día no llegas?)
son pocas.
pero bastan.
es frágil el mundo, ese que somos. y más frágil cuando la felicidad son los otros.

domingo, abril 17, 2005

soy

en la sala mi mejor amigo dormido y una princesa leyendo. en el anaquel bajo los textos budistas una botella casi vacía de ron.

dos cuentos

dos cuentos acogidos con bondad por omegar (el último, para él y cons el mejor entre tantos bonitos) a veces me hacen pensar si sería bueno dedicarse a eso de escribir.
cuando fui con la noticia a la cocina donde ricardo y marcianita hacían el almuerzo ella sonrió como se le sonríe a un niño. cuando pienso en lo que ella escribe, desisto. prefiero ser simplemente un testigo de las palabras que la atraviesan, y dejar en la oscuridad las que como insectos de alquitrán torpes y pesados, salen de mí.

a tu lado

llegaste dos horas tarde. qué alivio recibirte. salimos a la noche y bebimos andando bajo la luna. nos dormimos bajo la luz pálida del sol.
con ricardo luego nos fuimos a donde mi hermano, donde los amigos. reíste. miraste ese otro que es amado. por las noches sin dormir, te quedaste dormida y quizás solamente ricardo y yo sabíamos que eras una princesa dormida.
acá en casa tuviste que atravesar los miedos sobrenaturales, las sombras que te buscan. y yo tu lado. hay quizás algo que me habita, algo que ha elegido este hombre frágil y que quizás, pueda cuidarte.
hace un momento saliste con ricardo a la tienda, luego de abrazarme y besarme por la espalda. sonríes. y todo está bien en el mundo.

ángel

comimos helado de brownie. luego fuimos a la exposición sobre egipto. éramos niños. nos aprendimos tu nombre en jeroglíficos. luego por el resto del museo nos le inventábamos nombres a los cuadros. y reíamos.
atardecía. nos dijimos gracias. quedamos en volver a vernos para andar la candelaria de noche.
y quedé bendecido por vos, y vos te fuiste.

viernes, abril 15, 2005

"that river flowing through my head"

I met you in 82, over a crate of beer and not a few
I cracked a can and so did you, we're going to change the world
The ghetto kings of downside town-the estates and parks of our hallowed ground
Doing anything that we found, and on the river flowed

You'd take a drink from Rev. Jimmy Jones
You'd cross the street on the path the gunman roams
Thrown aside and left to waste, that was you - you knew your place
Wander round, get off your face, and on the river flowed

On and on the river flow - we are the undertow
On and on the river flow - we are the undertow

I don't know how you made it through all the smoke and brew you do
It sure has left its mark on you but you're still with us today
Life goes on and round we go and words can kill these things I know
Sometimes you cut deeply so, but on the river flows

You'd set the table for barber Sweeney Todd
You'd clip the wings of any rising god
But man can't live on hope alone, it can be cut all that is grown
Broke your spirit but not your bones and on the river flows

You're working now - forced to the race
I know it left a bitter taste
But the rising tide had covered your face
Nothing you could do
But I still remember the day you said
That the river flowing through my head
Would take me far or leave me dead
And all you said was true

(The Levellers: The Riverflow, Levelling the Land, 1992)

esta noche

llueve...
llueve!
y hace un momento sentía, feliz, de pie, los ojos cerrados, cómo la tierra giraba...

jueves, abril 14, 2005

pascale

nos conocimos en una reunión antes de comenzar clases, en el meeting house. no te paré muchas bolas ese día porque había otra francesita preciosa, que fue con la que comencé a hablar. a esa no la volví a ver sino meses después. pero a vos te vi a los pocos días, en la charla sobre las clases de tai-chi. nos seguimos encontrando allí. me invitabas a tomar té después de clase, a tu habitación. no conocí a alex ese año? desde ese día no pude imaginarte sin él.
luego me invitaste a parís. fuimos al museo d'orsay. subimos a ver las gárgolas de notre dame. caminamos por la ciudad.
cuando volvimos a brighton comenzamos a amarnos tanto. no podíamos estar separados. ah pascale, las noches en la playa, las noches caminando juntos... tu mirada al despedirte cada noche y tu rápido y fuerte abrazo.
el día que te fuiste se me partió el corazón.
y vos, aún, llevás ese pedazo.
y más te vale, que ahora que te llame, estés. quiero tu voz diciendo mi nombre.

el ángel

hablé con hernán de mi parcera, de la niña torpe y perdida, y del ángel. lo del ángel él lo entiende bien. me dijo: es tan bonito, es tan necesario. sí, viejo, lo es. es tan raro encontrar un milagro como ella, tan limpia, tan pura. y uno recibe esa luz que bendice. y esta noche le escribí al ángel: siempre te recuerdo sonriendo... y luego: creo que mañana tu sonrisa me haría mucho bien. y contestó: ... bueno. y yo... me sonrió, les juro que me sonrió el corazón.

ah, es tan fácil la alegría.

(¿por qué me bendice el mundo en medio del horror? ¿por qué?)

y estos días de rabia, en que me he equivocado tanto... ¿no es nuestro deber esforzarnos en ser amables cuando es difícil serlo? y luego, fluye. debo. es bueno sentir que frágil uno también puede iluminar. y dar paz. dios de los ateos, que sea fuerte, que sepa dar a pesar de mí mismo.

feliz, me acuesto. una vuelta más.

y mañana, empezando la vuelta, un ángel.

mañana, vuelta

mañana en la tarde voy a comer helado con el ángel y en la noche llega mi parcera, mi hogar. y el sábado la risa de mi hermano y mis amigos, y durante estos días el cálido abrazo de quienes me son. estar vivo, viejo cioran, es una sucesión de milagros en medio del infierno.

BWV 1004, para violín solo

sobrenatural. tres movimientos que me dejaron heridas: allemande, giga, ciaccona...
cómo puede este antropoide límbico, patético, ser capaz...

miércoles, abril 13, 2005

llegás...

... y me trago la sonrisa (¿no?) que delata mi alegría de verte. entrás y me mostrás conchas con esa forma radiante que tienen los niños de descubrir el mundo. te tiemblan las manos. los ojos te brillan. entre una interrupción y otra me preguntás pasito: "¿y cuándo es que cumples?" y te respondo en un susurro en que trato de disimular mi felicidad: "¿para qué?" y me decís: "no sé, al menos una postal..." y mi sonrisa, pequeña, así como vos no escondés lo pura que sos, sale de mis labios hasta vos. y vuelvo a ser de aire y de cristal. y de arena. y de mar.

"Nobody said it was easy"

Come up to meet ya, tell you I'm sorry
You don't know how lovely you are
I had to find you, tell you I need ya
And tell you I set you apart
Tell me your secrets, and nurse me your questions
Oh let's go back to the start
Running in circles, coming in tails
Heads on a science apart

Nobody said it was easy
It's such a shame for us to part
Nobody said it was easy
No one ever said it would be this hard
Oh take me back to the start

I was just guessing at numbers and figures
Pulling the puzzles apart.
Questions of science, science and progress
Don't speak as loud as my heart.
Tell me you love me, and come back and haunt me,
Oh, when I rush to the start
Running in circles, chasing tails
coming back as we are.

Nobody said it was easy
It's such a shame for us to part
Nobody said it was easy.
No one ever said it would be so hard
I'm going back to the start.

(Coldplay: The Scientist, A Rush of Blood to the Head, 2002)

martes, abril 12, 2005

un día y medio

llegaste a las 11 y no era tu mirada, mía tu mirada. después de deambular, de andar la línea frágil que casi nos separa, nos encontramos bailando. me mirabas bailar y me dijiste: "me gusta verlo así". te quedaste dormida en mi cama, antes del amanecer. y el sábado ocurrió despacio y reímos jugando. leíste pessoa, escribiste. al atardecer llegó ricardo y en la noche recorrimos películas y en algún momento antes de dormir, luego de ran, te dije que había muchas cosas que quería decirte. en la mañana me preguntaste y ya no recordaba. me recordaste lo verdadera que sos a mi lado y la paz de tu tristeza cuando estamos juntos. y el mundo, ese en que no te pertenezco, me alejó de vos en la tarde. al irte, sentada en el colectivo, me sonreíste. y me faltas.

Vincent


Vincent Van Gogh: The Stone Bench at the Garden of Saint-Paul Hospital (Saint Rémy, November 1889)

No recuerdo bien cuándo. No recuerdo bien dónde.
Me recuerdo viéndolo arrasado en lágrimas, sintiendo todo el dolor de existir.

lunes, abril 11, 2005

en la rabia, en la tristeza, en la mierda...

hay... un poema de... bukowski... que me duele mucho... mucho...
(ah, paréntesis: para llorar y soportar mejor el mundo, creo, toca estar como bukowski: ebrio).

hay tanta mierda en el mundo... uno crece y se va untando de mierda, se va convirtiendo en mierda y, dios de los ateos, no hay más triste en este puto mundo que ver que los niños se conviertan en mierda.

marcelita me escribe sobre una historia de abuso que me despierta la rabia...

y shixian me escribe sobre el dolor de su amor y su vacío.

y sé... sé que... hay tantas cosas... peores... en el mundo...

y yo.

me miro.

y miro.

y por todos lados

hay cadáveres

de niños.

sábado, abril 09, 2005

"Conocí un lugar..."

- Conocí un lugar, hace como dos años, al cual quiero volver… Sé como ir…

- ¿Cómo?

- Con un poema… mío.

Quisiera estar en una habitación y visitar todos esos lugares.

El infierno es un lugar tibio… Conocí el cielo, y me gusta más el infierno. En el cielo sólo se puede jugar con flores amarillas… en el infierno se puede danzar… El demonio es un caballero muy elegante, un gran anfitrión, un excelente padre.

(Y mientras con un lápiz acaricias mis brazos y juegas con mi cabello.)

Sonrisa



Llegaste a la cocina llena de alegría y me llevaste a que viera esta sonrisa de nuestro viaje: "¿No es la sonrisa más hermosa del mundo?"
Todas las sonrisas que te habitan.

"Desde que era niña..."



"...le tengo miedo a los caballos..."

"¿Ves?"



Veo.

Pacífico



El mar, que jugaba con vos.

martes, abril 05, 2005

hoy, al atardecer

hoy, al atardecer, el cielo estaba de un azul, de unos azules casi irreales, un matiz de azules que sumergía al azul en la noche... miraba el cielo mientras cruzaba la calle y de irreal el cielo pasó a ser lo único verdadero, la gente nada, los edificios, los autos, el ruido, la ciudad nada y todo el cielo... y quise pero no fui capaz de quedarme mirando el cielo porque dolía tanto que lo que quería más que seguirlo viendo era sentarme en la acera y llorar de belleza, del dolor de la belleza, de llorar herido de lo irreal que soy y de lo azul sumergiéndose en la noche que estaba el cielo...

domingo, abril 03, 2005

Alexandrós Panagulis (1939-1976)

"Vaciaste la segunda botella y pediste la tercera. 'Lástima. Me hubiera gustado hacerme viejo y satisfacer esa curiosidad. Además, siempre he pensado que la vejez es la edad más hermosa de todas. La infancia es una edad desdichada. No hacen más que reprocharte y tiranizarte en la infancia. ¡Cuántos puntapiés recibí de niño! (...) Mi padre, en cambio no me pegaba. (...) Mi padre era bueno. Porque era viejo. Los viejos siempre son más indulgentes, mejores. Porque son viejos y están de vuelta. Hacerse viejo es la única manera de estar de vuelta.' 'Alekos, deja de beber.' 'También la adolescencia es una edad desdichada. (...) Debes llegar a ser esto, te dicen; debes llegar a ser aquello, aunque no tengas ganas de llegar a ser nada porque quieres limitarte a vivir. (...) ¡Cuánto se sufre de adolescente! Pienso que de viejo se sufre mucho menos, aunque se muera. Porque de viejo la muerte es algo normal. ¿Me equivoco? Nunca sabré si me equivoco. Para saber si me equivoco debería llegar a ser viejo, y yo nunca seré viejo. Lástima.' 'Alekos, deja de beber.' Vaciaste la tercera botella y pediste la cuarta. 'Pero la edad más desdichada de todas es la juventud, porque en la juventud empiezas a comprender las cosas y te das cuenta de que los hombre no valen nada. A los hombres no les interesa la verdad, la libertad ni la justicia. Son cosas incómodas, y los hombres se hallan cómodos en la mentira, la esclavitud y la injusticia (...) Un día, a los veinte años, fui a ver al político que admiraba más. (...) Se echó a reír y me contestó: Joven, ¿no irás a creer que se hace política con ideales? Luego me dijo que me había equivocado de dirección. Aquel día lloré, me emborraché y lloré. Antes no me había emborrachado nunca, pues el vino no me gustaba. (...) Pero aprendí a beber vino a los veinte años, aprendí a emborracharme porque una vez borracho se llora mejor. Se soporta mejor el hecho de que los hombres no valgan nada, de que cuanto mejor se comprenden más difícil resulta amarlos. Yo sólo consigo amar a los hombres cuando son niños o cuando son viejos. (...) A los políticos no les importan nada los niños ni los viejos: los niños y los viejos ni siquiera van a votar. Y como fui niño también me hubiera gustado ser viejo. Un hermoso viejo con bigote blanco y tos. Cuando iban a fusilarme sentí esa añoranza: no llegar a viejo. Porque no es verdad que hacerse viejo sea una lata. Hacerse viejo es un placer. Y es justo. Todos deberían hacerse viejos, satisfacer esa curiosidad. Camarero, otra botella.' 'Alekos, deja de beber.' Bebías con fría decisión. (...) 'Alekos, te ruego que dejes de beber.' 'No, quiero beber.' (...) 'Es tarde, Alekos, muy tarde.' 'Nunca es tarde para vivir un poco más. Incluso desdichadamente.'
(...) el camarero alineó las cuatro copas de ouzo, excesivamente grandes y excesivamente dobles. Tragaste dos de golpe, mientras en la mesa de al lado alguien reía, y pronto una lágrima te descendió por la nariz para sumergirse en el bigote. 'No llores, Alekos. ¿Por qué lloras?' 'Porque me he equivocado en todo. He confiado en los hombres, y me he equivocado en todo. He creído que a los hombres les importaba la verdad, la libertad y la justicia. Me he equivocado en todo. He creído que comprenderían. Me he equivocado en todo. ¿Para qué sirve sufrir, luchar, si la gente no comprende, si a la gente no le importa? Me he equivocado en todo.' 'Calla, Alekos. ¡Calla!' 'No debí salir de mi celda. En cuanto me sacaron de mi celda debí volver a ella. Volver y volver una y otra vez. Entonces hubieran comprendido. Cuando estaba en mi celda comprendían. (...) Para hacerme comprender ahora debería morir.' 'Calla, Alekos. ¡Calla!' 'Un funeral, sería preciso un hermoso funeral. Acudirían de los campos, de las islas, atascarían las carreteras, se encaramarían a los tejados como los cuervos. Y comprenderían. Al menos por un día comprenderían. (...)' 'Calla, Alekos. ¡Calla!' 'Incluso tú acabarías por comprender. Porque ni siquiera tú comprendes. ¿Lo ves? No me amas y no me comprendes. Para ser comprendido a veces hay que morir. Para ser amado a veces hay que morir.' 'Calla, Alekos. ¡¿Qué dices?! Te están mirando, te están escuchando.' (...) '(...) ¿Qué saben ellos de mi llanto, de mi bebida? Tienen demasiados automóviles. (...) ¿Sabes qué harán ésos el día de mi funeral? Irán a un partido de fútbol. (...) Y después del partido de fútbol tal vez vayan a un mitin, al mitin de cualquier chacal que ha metido un gol sin luchar, sin sufrir. Y lo aplaudirán, entusiastas. Para ellos ni siquiera morir sirve. (...) Les odio a ellos y a sus automóviles. Me meo en sus automóviles.' Te levantaste, tambaleándote. Arrojaste sobre la mesa un billete para pagar el ouzo. Saliste para dirigirte hacia los automóviles aparcados en la plaza. Te liberaste de mí, que trataba de detenerte, y llegaste a ellos. Luego te desabrochaste los pantalones sin prisa, te sacaste el pene sin prisa, lo empuñaste como el asta de una bandera y, tranquilo y decidido, te dedicaste a inundar de orina los laterales, los capós y las ventanillas de los automóviles. (...) y mientras lo hacías recitabas tu poesía, aquella acerca de los que no desobecen nunca, no se comprometen nunca, no arriesgan nunca.
'Vosotros, tumbas que caminan.
insultos vivientes a la vida,
asesinos de vuestro pensamiento,
fantoches con formas humanas.
Vosotros, que tenéis envidia de las bestias,
que ofendéis la idea de la creación, que buscáis refugio en la ignorancia,
que aceptáis como guía el miedo.
Vosotros, que habéis olvidado el pasado,
que véis el presente con ojos enturbiados,
que no tenéis interés por el futuro,
que respiráis sólo para morir.
Vosotros, que sólo tenéis manos para aplaudir,
y que mañana aplaudiréis
con más fuerza que nadie, como siempre,
como ayer y como hoy.
Sabed entonces, vosotros,
excusas vivientes de toda tiranía,
que a los tiranos los odio tanto,
tanto como me asqueáis vosotros
y vuestros jodidos automóviles.'"

Oriana Fallaci: Un hombre (Un uomo, 1979)

alcohol

es quizás la mejor droga. hernán y mi marciana, que quizás han probado casi todas, dicen que lo es. acaso para los tristes. acaso para los que quieren abrazar el mundo.
a mi me gusta porque es más fácil con ella ser feliz y estar triste. y llorar.
y la mejor vez que recuerdo (no voy a hacer una excavación en mi frágil memoria) fue un acantilado con vos, una noche en la que alcancé a pensarlo: por qué no saltar... dios de los ateos, por qué no saltar...

fucking happiness

is a lead metal guitar tearing your guts out...

sábado, abril 02, 2005

...y la Flor

llegaste oliendo al mismo perfume de esa noche en que bailamos, en que demoré una hora subiéndote dormida por la escaleras (y el cuerpo me dolió feliz y triste durante tres días), en la que al final amaneciste a mi lado (no recuerdas, pero lo primero que hiciste al despertar fue sonreír y, breve y rápidamente, abrazarme).
mientras hablábamos hiciste un par de veces el mismo gesto de morderte los labios que hacías cuando me besabas. y cuando te fuiste quisiste besarme la boca, pero dudaste. pero lo que más feliz me hizo no fue eso, ni tus manos de niña con las uñas pintadas de negro, ni que aún una parte de mi mano (la curva del dorso donde se une a la muñeca) huela a tu perfume... sino tu risa. que te burlés de mí cuando yo recordaba el pacífico y la magia del lugar y mi marciana, que te hayás reído tanto inventando historias desde que yo dije "y casi nos ahogamos". y poder ser todavía para vos llena de risa el capitán cavernícola volando en taparrabos.
hoy fuiste un fantasma. y cada vez huele menos el dorso de mi mano.

viernes, abril 01, 2005

el papá de Emiliano

lo conozco desde que teníamos catorce años...
hoy conocí a Emiliano... es hermoso y perfecto y sonríe cuando me mira y grita cuando deja de verme... y vuelvo... y me encuentro...
qué real soy cuando me encuentro en la mirada feliz de un pequeño!
ah, rafa, mi hermano....
qué hermoso sos cuando te miro, cuando te siento... qué hermosa es tu sangre...
y sabés? ayer el negro me mandó las fotos de su hija y de su hijo... y decía: para que entienda mi razón de ser.
eso es lo que quisiera hermano: una razón. un motivo para suceder. y basta. es hora de llorar, es hora de caer...